Seamos honestos: muchas de nuestras decisiones de compra online se basan en emociones y no en el raciocinio, es decir, la mayoría de las veces compramos sin pensar más allá de obtener gratificación inmediata, levantarnos la autoestima o "elevar" nuestro status. Nos guiamos por "criterios" emocionales, simbólicos y sentimentales. Y si en la compra nos aparece la palabra "gratis" o "2x1", más rápido compramos, aun cuando no necesitemos ese artículo en concreto, porque simplemente nos hace sentir bien y no nos podemos resistir a su encanto.
No estamos descubriendo el agua tibia con esta afirmación, de hecho hay muchos estudios serios sobre el tema, y por eso, hoy en día podemos hablar del marketing irracional, que tiene sus defensores y sus detractores como toda idea.
Lo que sí debemos tener en cuenta es que estas emociones, utilizadas adecuadamente en campañas publicitarias que involucren a las redes sociales, pueden ser beneficiosas para nuestra marca porque a la vez que generamos ventas, logramos la fidelización y lealtad hacia ella, con clientes satisfechos que no dudarán un instante en recomendarnos y mantenerse fieles a nuestro producto o servicio, lo que conlleva a los beneficios que todos conocemos.
Por eso, redes sociales, marketing irracional y fidelización van de la mano y nuestras estrategias de social media deben tender a lograr esta estrecha relación. No se trata de jugar con los sentimientos de nuestros clientes e inducirlos al engaño con promociones que los enganchen para luego dejarlos abandonados a su suerte. Todo lo contrario, se trata de crear una conexión permanente basada en la lealtad y la transparencia, utilizar estas emociones como hacemos con nuestras relaciones interpersonales, esto es, alimentar un sentimiento que sea correspondido de igual manera, siempre pensando a largo plazo.
Para lograr estos objetivos, es necesario que seamos creativos y capaces de romper paradigamas, tener la capacidad de conectarnos con nuestro target y conocer a fondo sus necesidades, deseos y experiencias, ser un poquito psicólogos. Esto solo se logra compartiendo con ellos, escuchándolos y siendo capaces de ofrecer un mensaje que haga "click" de inmediato. No podemos mostrarnos muy ansiosos de vender porque se nos van a notar las costuras, primero tenemos que lograr el feeling necesario para generar la lealtad que queremos hacia nuestra marca.
Se dice fácil, y no lo es, pero para eso están las redes sociales. No hay nada más emocional que una red social, donde todos nos abrimos a los demás y compartimos experiencias, sentimientos, estados de ánimo, alegrías y molestias y es el mejor medio para crear la intimidad y conexión necesarias para la fidelización de nuestra marca.
Por tanto, enviando un mensaje irresistible, creativo y diferente a través de una estrategia de social media que conecte de inmediato con la parte más irracional de nosotros: los deseos, las expectativas y las emociones, podremos lograr la fidelización de nuestra marca a largo plazo, ese sentimiento que queremos que perdure en el tiempo.
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