Ahora bien, en la era de la Web 2.0 han habido cambios profundos en los patrones de comportamiento de los consumidores, ya que nos movemos en un mundo social y global, es decir, todos podemos expresar nuestra opinión sobre un producto o una marca y al mismo tiempo nos guiamos por las experiencias de los demás consumidores y usuarios. Ahora las marcas hablan, no están esperando a que los consumidores lleguen, sino que comparten, interactúan y se nutren de sus impresiones y vivencias con la marca en particular.
Por eso, hoy día, podemos hablar de Social Branding, ya que las redes sociales juegan un papel fundamental en la construcción de la reputación de una marca.
En este sentido, la construcción de la marca en internet, o específicamente en las redes sociales, requiere que seamos creativos para poder captar la atención del consumidor. Y, sobre todo, debemos ser constantes, es decir, se trata de un diálogo permanente con el consumidor, escucharlo atentamente y ponernos en su lugar. También debemos tener en cuenta que es una cuestión de tiempo, tal como se construyen las relaciones interpersonales en el mundo off-line.
Asimismo, es súper importante conocer nuestro target, para que podamos enfocar adecuadamente nuestros esfuerzos de branding, ya que si conocemos al pelo nuestro nicho de mercado podremos transmitir los mensajes adecuados y efectivos que llegarán directamente a nuestros consumidores.
Quizá piensen que esto es lo único que importa en el social media en general, pero a riesgo de parecer repetitivos les sugerimos revisen algunas de las estrategias más efectivas en toda campaña de social media, las cuales abordamos en nuestro post Estrategias Ganadoras para triunfar en Social Media.
Pero, más allá de todo lo señalado, en el Social Branding hay algo que debemos tener siempre presente: debemos INVOLUCRAR a nuestros consumidores, enfocarnos en ellos, no como un target o una audiencia, sino tener en cuenta que son humanos, personas que piensan, sienten y tienen juicios y son los que usan nuestro producto o servicio y a la larga son los que se identificarán con la marca, si ésta satisface todas sus necesidades tanto emocionales como físicas. Si no pensamos en ellos como humanos, todos nuestros esfuerzos de social branding se irán al garete, pues aunque tengamos una estrategia creativa y conozcamos bien a nuestro nicho de mercado, si no llegamos a sus emociones y les damos lo que necesitan no estaremos haciendo nada.
Sobre esto, queremos destacar un estudio realizado por CP Proximity sobre las marcas en el mundo online, el cual llegó a unas conclusiones muy interesantes sobre los usuarios: Los consumidores y usuarios agradecen de manera activa la presencia de sus marcas favoritas en su vida digital; compra y participación de ciertos productos por la notoriedad de la marca en la web o en redes sociales; utiliza las marcas para definir su personalidad online; interactúa con aquellas marcas que le define realmente quien es.
Vemos que la interacción de los usuarios con sus marcas viene dada de la misma manera que si estuvieran dentro de una relación interpersonal, es decir, se basa en sentimientos, emociones y maneras de pensar, y en esto es que debe enfocarse el social branding.
Por eso, aunque sonemos a disco rayado, lo importante en el Social Branding es el usuario y la conversación que la marca pueda tener con éste, y cuando decimos conversación nos referimos a una comunicación bidireccional donde dos personas hablan y se comunican entre sí, donde ambas se escuchan y se establece una retroalimentación positiva para todos y nada mejor que las redes sociales para lograr esta comunicación y por ende, la construcción de una reputación positiva para la marca.
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