Seguidamente te presentamos un listado que no tiene desperdicio (a nosotros nos encantan tanto el primer como el último punto):
- Pensar que todo es gratis: Las empresas piensan que como se trata de redes sociales no hay que invertir recursos y que basta con abrir un perfil, hacer comentarios esporádicos y estar allí esperando a que la gente llegue. Las redes sociales necesitan estrategia, monitoreo y una persona idónea dándoles vida y respuestas oportunas. Ese talento hay que pagarlo.
- No tener objetivos claros: No tiene sentido tener presencia en las redes sociales porque están de moda. Hay marcas que no tienen claro qué quieren establecer allí y con qué rol. El primer paso es definir su papel en las redes sociales; establecer si serán una extensión de su estrategia de servicio al cliente; si harán una investigación; si van a establecer una plataforma promocional; o si van a hacer CRM.
- Hablar con lenguaje corporativo: Las redes sociales implican cercanía. Funcionan de la misma manera que cuando establecemos una relación de amistad, en la que priman valores como la confianza, la sinceridad y la actitud de servicio. Para transmitir eso hay que usar un lenguaje diferente con los usuarios.
- No decir cosas interesantes: La gente espera mensajes realmente atractivos. Los usuarios se van si no hay contenidos relevantes en las conversaciones.
- No capitalizar: Hay marcas que para apoyar sus promociones crean una página en Facebook y abren un perfil en Twitter, y consiguen un número considerable de seguidores. En la siguiente promoción repiten el proceso y no capitalizan lo que habían ganado. Los usuarios que han seguido la marca deben sentirse incluidos en nuevas iniciativas.
- Pensar que las redes sociales son virales por sí mismas: No es cierto que siempre que se pone un tema en las redes sociales se multiplicará y fluirá en las recomendaciones de los usuarios. El éxito depende netamente del contenido. Si la idea es poderosa se va a difundir, pero los contenidos no son virales por el hecho de estar en una red social.
- Planear a corto plazo: Hay que ver la estrategia de redes sociales como un pilar integral de la estrategia digital de la marca. Las redes sociales tienen todo el potencial para establecerse con planeaciones de un año. Se necesitan entre seis y doce meses para alcanzar resultados que realmente impacten indicadores como: preferencia por la marca, relevancia y/o números de usuarios.
- Todas las redes sociales sirven para todo: Muchas marcas creen que pueden hacer lo mismo en Facebook, Twitter y los blogs. No siempre hay que usar todas las herramientas de las redes sociales. Las formas de comunicarse y los roles no tienen que ser los mismos. Depende de los objetivos. La plataforma de servicio al cliente puede establecerse en Facebook y en Twitter la promocional. Y si la marca se quiere posicionar como experta en un tema crea un blog.
- Cualquiera puede hacer una estrategia de redes sociales: Se requiere conocimiento profundo para saber hasta dónde llegar, qué plataforma activar y cómo impactar las relaciones con los usuarios. Por eso debe haber una empresa seria a cargo de las estrategias. Hay que dudar de aquellos que no tienen especialidad en el tema, que ofrecen de todo y a muy bajos precios.
- Pensar que las únicas redes sociales son Facebook y Twitter: Las redes sociales son un entorno gigante y se deben usar según las necesidades de cada marca. Existen muchísimas y se pueden encontrar por especialidades: búsqueda, video, contactos profesionales, fotografía, películas, deportes, videojuegos, son apenas algunas.
Vía: socialblabla
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